En un bosque encantado, cuatro arpías vivían juntas en una cueva escondida. La principal de ellas era Diana, una arpía fuerte y valiente con alas negras como el carbón y ojos verdes brillantes. Junto a ella vivían Sofi, la arpía más joven y curiosa, con alas marrones claras y ojos azules; Fabi, la arpía más astuta y traviesa, con alas grises y ojos amarillos; e Itzel, la arpía más sabia y misteriosa, con alas blancas como la nieve y ojos violetas. Un día, un grupo de aventureros se adentró en el bosque en busca de un tesoro legendario. Diana, sintiendo el peligro, reunió a sus compañeras y juntas decidieron proteger su hogar. Sofi voló para espiar a los aventureros, Fabi creó una trampa para distraerlos, e Itzel preparó un hechizo para confundirlos. Mientras tanto, Diana se preparó para enfrentarlos directamente. Cuando los aventureros llegaron a la cueva, las cuatro arpías estaban listas. Diana las lideró, volando hacia ellos

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