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Confieso que una vez me tocó estar en una clase de masaje para personas que corren maratones y les da calambres en las piernas. Me tocó practicar con un chico que como que se inyecta a lgo para tener múss y la piel parecía sudar grasa bien pegajosa. Era horrible, la maestra me dijo sin morhay que atender a todos porque vió mi expresión. Todavía siento asco al recordarlo
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